En los hombres podemos observar que la tendencia oficial de 2.º orden se aproxima mucho a la tendencia a largo plazo en todas las edades. Sin embargo, las tendencias observadas a medio y largo plazo están muy próximas entre sí. Lo llamativo es que la mejora anual de los últimos 10 años (corto plazo) se ha desacelerado en comparación con el medio y largo plazo para las edades hasta 75 años. En cambio, las mejoras medias anuales para las edades comprendidas entre los 76 y los 88 años han sido incluso mayores que la tendencia a medio y largo plazo. Así pues, la tendencia oficial de 2.º orden sobreestima las mejoras de la mortalidad para las edades más jóvenes hasta los 75 años y subestima las mejoras para las edades de 76 a 88 años. Para las edades superiores a 89 años, la tendencia oficial es de media13 un 5 % superior a la tendencia a medio plazo.
Para las mujeres, podemos observar que la tendencia oficial de 2.º orden sigue muy de cerca las mejoras de la mortalidad en los últimos 25 años. Sin embargo, también queda claro que las mejoras de la mortalidad en los últimos 10 años son significativamente inferiores entre los 60 y los 78 años respecto a las mejoras observadas en los últimos 25 y 40 años. Se puede ver una clara desaceleración continua en las mejoras para este rango de edad. Para las edades comprendidas entre los 79 y los 90 años, todas las tendencias están cerca unas de otras. Solo para las edades superiores a 90 años se puede observar una mayor mejora entre las tendencias a corto y medio plazo.
Por un lado, podemos afirmar de forma muy general que la función de tendencia de 2.º orden publicada recientemente es muy similar a las mejoras medias de la mortalidad observadas en España durante los 25 años anteriores a 2015.
Por otro lado, desde un punto de vista metodológico se observan diferencias con respecto a la tabla actuarial alemana DAV 2004R, en la que se utilizan dos tendencias, es decir, a corto y a medio plazo. Durante la proyección de los flujos de caja, se utiliza la tendencia a corto plazo hasta el año T1. Entre T1 y T2 se produce una disminución lineal de esta tendencia hasta alcanzar finalmente un determinado porcentaje de la tendencia a medio plazo en el año T2.
Cabe hacer dos comentarios adicionales sobre estos resultados obtenidos en España. De cara al trabajo futuro, es importante entender bien si las mejoras observadas en la mortalidad para los hombres de entre 77 y 88 años (que están por encima de la tendencia oficial de 2.º orden) seguirán por encima de la tendencia oficial o si es razonable asumir una cierta reducción con el paso del tiempo. Si consideramos a las mujeres, la pregunta que debemos plantear es si la tendencia oficial de 2.º orden es la mejor estimación para las edades entre los 60 y los 78 años, ya que es mucho mayor que la tendencia observada a corto plazo.
Comparación con otros países
Otra cuestión a tener en cuenta es la comparación entre la mejora de la mortalidad en España a lo largo del tiempo con la de otros países. Para poder responder a esta cuestión, seleccionamos tres países de la Unión Europea para compararlos con España: Alemania, Francia e Italia. Centramos nuestra atención en la tendencia a medio plazo (25 años).
Comparación de la tendencia a medio plazo
Para los varones de 60 a 72 años, las mejoras de la mortalidad media a medio plazo entre España, Alemania y Francia son muy similares. Las mejoras observadas en Italia son significativamente superiores a las de los otros tres países. Por encima de los 72 años, la mejora observada en Italia está más cerca de las observadas en los otros países. Es importante señalar que España registra las mejoras de mortalidad más bajas en comparación con el resto de los países (similares a las de Italia a partir de los 85 años). Esto se puede observar en la Figura 6.
Figura 6 — Comparación de la mejora de la mortalidad en España, Alemania, Francia e Italia (hombres)